Impresoras 3D. ¿Realmente necesito una?

Si hay algo dentro del flujo digital en odontología que más ha suscitado el interés por los dentistas y protésicos en los últimos años es la impresión 3D.  Sin embargo, y en contra de lo que la gente puede llegar a pensar, la tecnología de impresión 3D no es nueva, si no que lleva patentada más de 30 años, exactamente desde el año 1984 por Chuck Hull. Como dato de interés, Chuck Hull es a día de hoy, el fundador y CEO de una de las empresas a nivel mundial más importante dedicada a la fabricación aditiva. Esta empresa es 3D Systems. Estoy seguro que de algo te suena.

Parece que cuando se habla de impresión 3D, se está hablando siempre de lo mismo, de la misma tecnología. Además, ¿cuántas veces no hemos escuchado en charlas de congresos la siguiente frase: “bla bla bla…e imprimimos el modelo”, y ya. Hasta ahí. Nada más. Por arte de magia. Fácil y sencillo, ¿no? Del total de una charla de 1 hora, tal vez, como mucho y con suerte se han dedicado 3-5 minutos a enseñar unos modelos fabricados mediante impresión 3D. Esto puede llevar a equívocos, y transmitir a la gente que es un proceso fácil, del estilo Plug & Play, es decir, llegar, conectar y a funcionar. Sin embargo, los que llevamos tiempo estudiando, investigando y desarrollando protocolos de trabajo en torno a la impresión 3D en odontología sabemos que para nada es así de sencillo. Tuve la suerte de participar en el III Congreso de Dental Campus, organizado por PerioCentrum en el que el tema que me tocó tratar fue: “Impresión 3D en Odontología: Mitos y realidades” en el que, durante 45 minutos, hice un resumen de la realidad de la impresión 3D en odontología, esperando haber transmitido, mi experiencia de la forma más objetiva posible. La mejor forma de llegar a entender la impresión 3D es mediante un sistema de preguntas-respuesta, así que vamos allá.

Primera pregunta obligada: ¿qué es la impresión 3D?
En líneas generales, se define la impresión 3D como una tecnología de fabricación aditiva en el que podemos construir un objeto en 3-dimensiones mediante un sistema de fabricación capa a capa. Pero ésta, es la definición en esencia. Si queremos hablar con propiedad, tenemos que diferenciar dos aspectos. El primero de ellos es saber con qué tipo de tecnología de fabricación aditiva vamos a utilizar para fabricar nuestro objeto. Y el segundo factor a tener en cuenta, sería el material que vamos a emplear, ya que existen materiales susceptibles de ser utilizados por una determinada tecnología o incluso, por una determinada longitud de onda ¿Te estas empezando a dar cuenta de que tal vez la impresión 3D no es tan sencilla como pudiera parecer desde un principio?

Por tanto, la siguiente pregunta que debiera surgirte es: ¿Qué materiales hay disponibles? Partiendo de una clasificación muy sencilla podemos hablar de: polímeros, metales, cerámicas y células. De éstos, en odontología se utilizan constantemente y a diario los dos primeros, mientras que las cerámicas y las células se encuentran a día de hoy en fase de investigación, desarrollo y experimentación. En cuanto a las cerámicas, se está imprimiendo en zirconio en fase de investigación, pero aún no de uso en clínica, principalmente por el elevado coste de fabricación actualmente. Sin embargo, el grupo de investigación al que pertenezco ya tiene publicaciones en revistas de impacto en cuanto a la resistencia de fractura de estas cerámicas comparadas con el zirconio y disilicato de litio fresados. Si estás interesado, descárgate el artículo clickando aquí. Por todo ello, vamos a centrarnos en lo que más nos puede interesar como clínicos y protésicos, los polímeros y los metales. En este artículo, nos vamos a centrar en la impresión 3D de polímeros, es decir, para que nos entendamos, de plásticos, y en un post futuro, tratare el tema de impresión 3D de metales, y que tips nos pueden ser útiles en clínica.La impresión 3D de polímeros está a la orden del día y es a día de hoy, la moda. Desde el momento en que se terminó la concesión de las patentes en torno a la impresión 3D, se liberalizó el mercado y han surgido múltiples empresas que abastecen el mercado de numerosas impresoras 3D. Esto tiene algo bueno y algo malo. Vamos a empezar por lo malo. Se crea confusión en el usuario final, que al final no sabe diferenciar una de otra, si es mejor o peor, o, por qué existe tanta diferencia de precio entre unas y otras. Y en relación al precio va la noticia buena. A día de hoy es posible adquirir una impresora 3D, de bajo coste, que sea capaz de darte la calidad más que suficiente para imprimir modelos, provisionales, cubetas, planchas base y rodillos, mock-ups, llaves de silicona y todo lo que se te pueda ocurrir. Pero eso sí, ni todas valen, ni las impresoras 3D low-cost son para todo el mundo. ¿Por qué digo esto?

A la hora de adquirir una impresora 3D, tenemos que conocernos a nosotros mismos, nuestra disponibilidad en cuanto al tiempo y las características de nuestro negocio. ¿Vamos a querer comprar una impresora que sea Plug & Play y no querer casi ni pensar? Nuestras opciones de compra girarán en torno a impresoras tipo Formlabs, SprintRay o XFab entre otras. ¿Tenemos una clínica o laboratorio protésico con un alto volumen de trabajo que requiere de impresión 3D y necesitamos rapidez y no pensar? Nuestras opciones se reducen y tienen nombre propio: NextDent ó Envisiontec entre otras. Pero, prepara la cartera, porque deberás desembolsar entre 3.500 y 10.000€. Eso sí, has de tener en cuenta que estas impresoras son de sistema cerrado. Tendrás que utilizar las resinas de la propia casa comercial, o las resinas que ellos hayan parametrizado, con el software específico para cada impresora y el grado de control que tendrás sobre la impresora 3D es limitado. Pero, ¿quieres gastarte menos dinero en adquirir una impresora 3D y tener el 100% del control sobre el proceso? Es posible. Continúa leyendo.

Desde aquí animo a toda la gente que esté leyendo este post y que quiera iniciarse en la impresión 3D a que adquiera una impresión 3D de bajo coste. ¿Por qué? No porque sea mejor o peor, si no porque básicamente te va a permitir familiarizarte poco a poco con el funcionamiento de una impresora 3D, su hardware y el software, que resinas utilizar y por qué, y una de las cosas más importantes y que la mayoría del mundo obvia… como se post-procesan los modelos una vez impresos. ¿Qué es lo peor que te puede pasar? ¿Qué hayas invertido 300-500€? Ese es el riesgo, ni más ni menos. No obstante, si no quieres desesperarte, frustrarte, darte cabezazos contra la pared y lanzar la impresora 3D por la ventana te recomiendo que realices una formación especializada en impresión aplicada a odontología. Para ir abriendo boca, puedes empezar leyendo los artículos que tengo publicados en torno a la impresión 3D y cómo lo hacemos. Puedes acceder a ellos en la sección “Publicaciones”.

En este punto te estarás preguntando, tanta diferencia de precio entre unas impresoras y otras, tendrá que verse reflejado en la calidad final del modelo, ¿no? Respondiendo a esta pregunta, más vale una imagen que mil palabras. A continuación, te muestro un mismo modelo fabricado mediante 4 impresoras diferentes, cada impresora utiliza una tecnología de impresión de polímeros en específico y el rango de precios de estas impresoras oscila entre los 120.000€ y los 400€. Cada modelo ha sido impreso por los propios técnicos de la casa comercial. ¿Con cuál te quedarías?

Otro punto importante a tener en cuenta, y que casi siempre se obvia es el siguiente. ¡Quiero imprimir en 3D y para ello necesito comprar una impresora! ¡Ok! Las siguientes preguntas obligadas son: ¿Tienes algo que imprimir? ¿Sabes realizar diseños en 3D? ¿Sabes procesar tus propios escaneados intraorales para llegar a imprimirlos? Pudiera parecer muy obvio, pero te aseguro que a veces nos dejamos llevar por las modas y no nos damos cuenta al 100% de las cosas, de nuestros puntos débiles. La impresión 3D es el final del flujo digital, y para llevarlo a cabo, se necesita controlar previamente las fases de digitalización con escáneres y el diseño en ordenador CAD. Por ello, y para aportar mi granito de arena, he creado un curso online sobre el manejo de Meshmixer, un software de diseño Open-Source utilizado por toda la comunidad dental, donde podrás iniciarte y aprenderás a procesar tus propios escaneados, indentificar errores en la malla 3D, zocalarlos, diseñar provisionales, encerados, cubetas, etc… para posteriormente imprimirlos con tu propia impresora 3D. Si quieres recibir información acerca de este curso, regístrate en el siguiente enlace: click aquí.

Espero haber resuelto parte de las dudas que pudieras tener en torno a la impresión 3D. Es un tema apasionante, pero hay que tratarlo con calma y afianzando los conceptos. Dicen, que de todo lo que escuchamos en una clase, tan sólo retenemos el 20%, y que necesitamos volver a escuchar la misma clase para extraer más información. Este post trata de ser una primera aproximación muy superficial a la impresión 3D, pero que de igual forma, ya no te pille desprevenido la próxima vez que escuches hablar sobre el tema.

No obstante, y si estás interesado en adquirir un conocimiento total y en profundidad al 100% en cuanto a impresión 3D, te recomiendo mi curso presencial con grupos reducidos donde comparto toda mi experiencia desde la A a la Z en impresión 3D en odontología. Qué se puede hacer, cómo y el por qué de las cosas y todo basado en la evidencia científica actual. Puedes registrarte en el siguiente enlace: haciendo click aquí

Espero que ésta información haya sido útil, al menos para ir abriendo boca sobre las impresoras 3D. Parece fácil, pero en realidad es un mundo entero por descubrir.

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